miércoles, 18 de abril de 2012

Alimento del futuro

 
Las algas han sido utilizadas como alimento desde tiempo inmemorial en los países orientales como Japón y en algunos países americanos como México; es probable que las tradiciones y gustos mantengan este consumo y posiblemente puedan sustituir a algunas hortalizas como la lechuga y el apio, por su contenido nutricional y porque sus precios pueden ser más bajos.
Su principal valor nutritivo radica en las vitaminas y minerales que contienen, entre las que se encuentran la A, la B2 y la B12, además de hierro y yodo.
La utilización de algas como alimento se remonta al siglo IV en Japón y al siglo VI en China. Hoy en día estos dos países son los mayores consumidores de algas como alimento. Sin embargo, a medida que nacionales de estos países han emigrado a otras partes del mundo, la demanda de algas para la alimentación humana los ha seguido, por ejemplo, en algunas partes de los Estados Unidos y América del Sur.
 Existe un mercado informal entre los habitantes de zonas costeras de algunos países en desarrollo en los que existe la tradición de utilizar algas frescas como verduras y en ensaladas.
Sin embargo, aunque son uno de los recursos naturales más abundantes de las costas gallegas y, desde épocas remotas, se han utilizado con fines agropecuarios e industriales,  jamás se habían utilizado en la cocina.
Se plantea por muchos estudiosos que ningún alimento tiene más futuro que las algas: sus numerosas propiedades –tienen el doble de calcio que la leche y dos veces más hierro que las lentejas, son bajas en calorías y muy ricas en yodo– hacen que muchos las califiquen como “la medicina del mar”.